martes, 6 de septiembre de 2016

La Cebolla

LA CEBOLLA AGENTE MEDICINAL
I
Conocido es de muchos pueblos de Italia y de España, como de Francia y Portugal, el poder desinfectante de la cebolla, que, junto con su pariente el ajo, utilizada como un contraveneno en intoxicaciones, en picaduras de arañas y mordeduras de serpientes venenosas, aplicándola machacada y puesta encima de las heridas o las inflamaciones, obra rápidamente sin perjudicar, y como el limón, también tiene un gran poder microbicida.
II
En una ocasión, a un pariente del que esto escribe, al principio de iniciarse en el vegetarianismo se le presentó un flemón en la mandíbula inferior, con la cara tan roja, sensible y delicada que parecía tener erisipela, que a pesar de comer a base de frutas y aplicarse cataplasmas de harina de lino, que va muy bien para estos casos, y paños calientes, no cedía, resolvimos darle abundante caldo fuerte de mucha cebolla hervida para activar directamente sobre los riñones, aquel sobre la sangre y ésta sobre el flemón.
El efecto emoliente, oxidante y diurético a la vez de la cebolla, que en esa forma diluida y tomada en tanta cantidad obró como un baño interno saturado de sales, y al cabo de 22 días se eliminó y quedó bien.
Además de lo eficaz que resulta la cebolla tomada internamente, aplicada al exterior, como la aplican los albaneses, en forma de cataplasmas sobre forunculos o granos, o aplicada asada, bien caliente y en unión de miel pura de abeja, madura el grano chupando hacia el exterior toda la sangre mala y pus, actuando, ademas, como desinflamatorio sobre toda la región afectada.
III
Es de un efecto desinflamante poderosísimo especialmente en los casos de ronquera y estado catarral.
Un amigo, aficionado al "bel canto", una noche hizo un gran esfuerzo en una partitura de la opera de Puccini, Tosca, del que quedó completamente afónico. Le recomendamos tomar zumo de cebolla cruda en cantidad, en ayunas, con un poco de agua; luego, en el desayuno, buena cantidad de cebolla cruda en ensalada con lechuga y rabanitos; en la comida de mediodía y por la noche, un par de cebollas cada vez; a los dos días pudo otra vez cantar bien.
IV
Una joven padecía un dolor de garganta y una coriza crónica, y las padecía más fuertemente cuando llegaba el período menstrual; era indecible lo que sufría y ese martirio en cada luna lo padecía cual nuevo calvario de la juventud. ¡Sí, cada luna, durante trece años! La familia, adinerada, tenía en su pensamiento que con el dinero lo vencería todo, pero a pesar de gastarse en farmacias y otras herejías casi la mitad de la fortuna, la pobre niña iba cada vez peor. Ellos no conocían la sentencia de los filósofos que dice: "Aurum non omnia vincit" (el dinero no lo vence todo). En este caso la cebolla venció al oro (la sencillísima, modesta y humilde cebolla manufacturada por la madre tierra y las honradas manos campesinas) ¿Quien se atrevería a profetizado ante los grandilocuentes sacerdotes de la ampulosa químico quirúrgica ciencia? Un loco, un loco vegetariano. ¡Cuando la puerta (el enigma) está cerrada, siempre es un loco el que la abre!
No importa, ahora, al lector como esta familia se entero, y se convenció de la cebolla (porque hay que recordar que el gran poeta Victor Hugo dijo que había "silencios" sublimes); la cuestión es que en dicha casa, donde todo era complicación y ampulosidad (enemigos de la salud), entró un día un rayo de sencillez; un kilo de cebollas, y estando en cama la enferma con los ataques, se le suministró una copita de zumo de cebolla cruda con azucar candi "negro" quemado, cada hora. A intervalos se le daba caldo de cebolla bien hervida con raíz de regaliz, y a las 12 horas del primer día apenas se notaba que estuviera atacada de la coriza y del mal de garganta. ¡Estaba curada! Como sea que después siguió un regimen vegetariano donde no faltaba nunca la cebolla, en los nuevos "períodos" no tuvo más molestias.
V
Reumatismo.— En este caso también es recomendable la cebolla, en forma de fricciones con el zumo o simplemente rallada con un rallador o bien molida con una prensa molinillo de frutas, en unión con el zumo de limón.
La cebolla, el reumático la puede tomar abundantemente cruda en ensalada con apio y lechuga, asada, a la brasa, al horno, semifrita, hervida, cocida al vapor, en forma de zumo crudo y en caldo cocido y en unión de otras verduras y muchas veces con limón.
El ácido sulfurico y la sosa van paulatinamente destruyendo los malos ácidos que se han acumulado en la sangre, causados por malas digestiones debidas al exceso de comidas fuertes, a los condimentos que matan sordamente, a los alcoholes formados por las incompatibilidades químicas de los alimentos en sus fatales fermentaciones.
OBSERVACIONES
Tanto la cebolla como el limón pueden tomarse asociados en casi todas las enfermedades inflamatorias e infecciosas: Viruelas, tifus, sarampión, escarlatina, l'riebres palúdicas, sífilis, gripe, pulmonía, pleuresía, amigdalitis flemones, tos, ronquera, herpes, sangre sucia, etc., y no temais nunca su beneficiosa acción.
Claro está que en muchos individuos, por ejemplo, en aquellos que han padecido estreñimiento, la cebolla, y especialmente si se toma en abundancia, les da flatulencia.

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