LA HIGIENE VITAL, AUTOGESTION DE LA SALUD 1
El fin de este artículo no es dar técnicas o remedios que, sin esfuerzo, acaben con todos los problemas de salud originados por un modo de vida inadecuado, sino en hacer reflexiones sobre la salud y la enfermedad y hacer ver que ellas no son producto de la casualidad, de la buena o mala suerte, sino que dependen de nuestra elección sobre una manera de vivir. Ningún fármaco, remedio, técnica o persona es capaz de “dar” la salud a alguien. La salud se construye y se merece.
La Higiene Vital enseña el arte de vivir que permite gozar de un gran vigor físico y mental, y esta idea tiene un aval científico y medios incuestionables. El principio básico es que la enfermedad se cura por las propias fuerzas naturales del cuerpo (la “VIX NATURAE MEDICATRIX” que decían los antiguos). Hipócrates, el padre de las medicinas antiguas y moderna, lo matizó: “La Medicina es el arte de restablecer el equilibrio en el organismo. Se tiene que limitar a favorecer los esfuerzos de la Naturaleza que tienden al restablecimiento de la salud. La Naturaleza tiene el poder de restablecerla sin ninguna ayuda ajena”. ¡Cuánto se han alejado las medicinas actuales de este principio!
Muchos médicos e investigadores han demostrado que lo que llamamos “enfermar” no es más que la expresión de una sola y única enfermedad producida por una sola y única causa: el alejamiento de la Naturaleza mediante la vida antinatural que hemos escogido (o nos han obligado a escoger): alimentación irracional y contaminada, aire insano, actitud mental negativa, … Lo primero es perder la “fe ciega” que tenemos en cualquier forma de “cura” o “tratamiento”. Lo importante es no dejar en manos de cualquiera esta fortuna que tenemos, la salud. Un gran sabio comentó: “La salud es algo demasiado serio como para dejarla en manos de especialistas”.
Es necesario aprender a hacernos cargo, a tener responsabilidad, de nuestra propia vida. La salud vendida en píldoras (naturales o químicas) tiene más éxito y es más fácil que buscar y anular las verdaderas causas de la enfermedad.
Basta tragar el remedio que, como máximo, sólo suprime los síntomas; si luego aparecen efectos secundarios o nuevos problemas no hay que preocuparse ya que la “ciencia” descubrirá nuevos remedios a los nuevos males. Para la O.M.S. la salud es “un estado de equilibrio ABSOLUTO en el cual TODAS las facultades físicas, mentales y espirituales se desarrollan armoniosamente en grado ÓPTIMO”. Según esta definición muy pocas personas están sanas. La salud es el ESTADO NORMAL de los seres vivos. Es una consmcuencia de la propia resistencia natural de nuestro cuerpo a todas las agresiones.
Todos los seres vivos, y el ser humano en particular, están construidos de tal manera que no necesitan de intervenciones artificiales supuestamente imprescindibles para mantener la salud: fármacos y vitaminas sintéticos, hormonas, vacunas, tratamientos diversos, … Pero es difícil asimilar este concepto de salud, porque molesta, pues nos recuerda nuestros “pecados” (hábitos antinaturales) y, además, perjudica a intereses comerciales. Cada ser vivo es regido ya desde el origen de la vida por leyes naturales universales que si se respetan dan como resultado el estado de SALUD perfecto. Todos los animales del planeta (en su hábitat natural) se someten por instinto a esas leyes biológicas. Sólo hay desgracias cuando se trata de los humanos. En todo el planeta, sólo nosotros hemos sido dotados de la facultad del “libre albedrío”, pero no hemos hecho buen uso de él y, al contrario de todos los otros seres vivos, nos negamos a adoptar una conducta de vida en armonía con estas leyes. Como consecuencia surge un decaimiento de la salud y una degeneración que se transmitirán luego a los descendientes, total o parcialmente.
La vuelta a un modo de vida más natural puede parar esta involución y, en casi todos los casos, permitir la vuelta a un estado de salud. Por tanto, la salud y enfermedad son una elección posible para nosotros, aunque hay que reconocer que el hombre “moderno” no está en condiciones de elegir ya que su INTUICIÓN se ha degradado al alejarse de la Naturaleza y ya no vale como una guía segura para indicarle el camino que debe tomar; además, está condicionado por una educación basada en una enseñanza errónea de las causas de la enfermedad y por el modo de vida mecanizado impuesto por una sociedad gobernada por valores negativos (consumir, competir, afán de lucro).
Todo ello hace que practiquemos actividades contrarias a la salud y favorables a los intereses político-económicos. A la siguiente generación no le permitiremos lograr el estado de salud integral por la desastrosa carga hereditaria que le transmitiremos. Sin embargo, la aplicación correcta de los principios de la H.V. será, incluso en este caso, muy positivo.
La H.V. consiste en utilizar los factores naturales de manera intuitiva o de manera lógica cuando la intuición ha sido destruida por la vida insana: nutrición natural, ayuno, aire y agua puros, sol, ejercicio, reposo, equilibrio mental; alguna medicina natural podría ser usada en ciertos casos como ayuda complementaria (plantas, arcilla, …), aunque hay que precisar que no son los remedios naturales los que curan, sino que el organismo, y sólo él, es capaz, sin ayuda, de recobrar la salud perdida cuando se le deja la posibilidad, e incluso sin ella como ocurre muchas veces debido a la ya referida VIX NATURAE MEDICATRIX (o FUERZA VITAL) del propio cuerpo, el cual, cuando se siente muy intoxicado, origina una crisis de depuración y factores especiales de carácter “urgente” para recobrar la salud que nosotros confundimos con “enfermedad” (diarrea, fiebre, supuraciones, catarros, úlceras, …) (Sobre esto trataremos en el próximo artículo). Es esa FUERZA VITAL lapque obra constantemente para mantener el equilibrio vital, es decir, la SALUD. El poder de curación es propio de todos los seres vivos del planeta mientras las condiciones de vida sean normales y correctas: así ocurre en todos, excepto en el mal llamado “homo sapiens”. Esto es un esbozo de H. V. En realidad, se trata de un modo de vida muy sencillo para quien quiera hacer el esfuerzo de deshacerse de falsos conceptos que nos han ido inculcando desde la niñez.
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