jueves, 8 de septiembre de 2016

El Ajo

EL AJO
LA GRAN MEDICINA TROFOLOGICA
De todos los vegetales que gozan de propiedades curativas el ajo es el más extraordinario. En el orden de las frutas, el más formidable es el limón. Pero el ajo es el primero en acción depuradora, microbicida, desinfectante, revulsiva, vesicante, tonificante, vermífuga, febrífuga, anticatarral, antireumática, antigotosa, especialmente indicado contra las congestiones y la hipertensión arterial; contra las hemorragias, la diabetes y las infecciones internas y externas; contra la colitis, las enfermedades del pecho, el cáncer y la tos; indicadísimo también en las heridas y en mil casos más de anormalidad del organismo. ¡Es la gran medicina! Desconocidas son aún del todo sus verdaderas propiedades trofomedicinales por los terapeutas de todas las escuelas, de todas las clínicas y sanatorios del mundo.
El ajo crudo el es gran destructor de los microbios del tifus y de toda fiebre gastrointestinal; no hay bacteria que resista a su acción neutralizadora y alcalinizante. Todos los parásitos y lombrices in testinales, la tenia inclusive, mueren instántaneamente bajo la acción del ajo crudo. Como es natural, ha de tomarse en bastante cantidad y crudo y especialmente en el caso de los parásitos intestinales, suprimir los dulces y la leche.
Cocido, el ajo pierde más de 90 % de su formidable acción medicinal y microbicida.


Latín: allium; italiano: aglio;
francés: ail; inglés: garlic;
alemán: knobel; portugués: alho.
Los microbios de la sífilis son combatidos en cuarenta y ocho horas de em-
pleo del ajo crudo. Lo que importa es que se estudie la forma de tomar cantidad suficiente, y que nuestras mucosas de la boca, de la garganta y del estómago no rechacen el ajo, por su acritud y fuerte gusto picante, propiedades éstas en que residen, precisamente, las virtudes medicinales del ajo. Debemos tomar bastante cantidad sin que nos resulte molesto. De esto precisamente trataremos más adelante.
EL AJO COMO MEDICINA EN EL MUNDO MEDICAL-OFICIAL
El gran diccionario LAROUSSE MEDICAL (en francés), edición de 1949, dice que el ajo es una planta anual, de la familia de las liliáceas, que es admitido mundialmente como condimento y como medicina y que contiene una esencia volátil muy acre, ácida, de olor penetrante, antiséptica en extremo, rubefaciente, vesicante, carminativa, estimulante, diurética y calorífica.
Los más importantes trabajos científicos se han llevado a cabo en Inglaterra (1) y en el Japón sobre el "despreciable bulbo". Se ha llegado a la conclusión dé que no tiene rival en la gangrena, así como en la arterio-esclerosis y en la vejez. Allí se ha empleado el ajo crudo contra la tendencia a la coagulación de la sangre, que suele padecer la gente de edad. Tal éxito se ha visto además coronado en su acción contra el edema, la tuberculosis y la bronquitis Es el más rico en vitaminas. En Inglaterra, país muy carnívoro, se emplea contra el reuma y el endurecimiento de las arterias. Por ser un gran expectorante, está indicadísimo en las bronquitis, así como para fortificar las mucosas, dar flexibilidad a los anillos respiratorios y destruir los residuos venenosos en sus filamentos. Como normalizador del plasma sanguinario y de la acción rítmica cardíaca, de la sangre, conviene a todos los enfermos del corazon, y en la gangrena pulmonar; en estos casos, con tratamiento, continuado y a pequeñas dosis, se han obtenido muy buenos resultados. El gran Loeper ha comprobado que el ajo ejerce una acción hipotensiva circulante. Por ser antiséptico en extremo, se utiliza contra la flora microbiana patogénica. En los casos de rabia, empléese en cantidad abundante y crudo. En general, en todos los casos de mordedura de animales venenosos (serpientes, arañas, etc.), es excelente (2)
Cuando existe fermentación anormal en el intestino (diarrea disentería y otra anormalidad bacteriana), se utiliza el ajo crudo con gran éxito. Los medicos chinos e indios lo emplean para alargar la vida de los ancianos. Se sabe que también Hipócrates lo empleó contra la lepra y el cólera. Es cincuenta veces más desinfectante que el alcohol de 90 grados y que el mismo zumo de limón. Ultimamente se sabe que tiene una acción fuertemente terapéutica en el hígado; en el páncreas y en las glándulas tiroidea, pituitaria y suprarrenales. El albinismo (pelos blancos prematuros). que es una anormalidad del pigmen-
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(1) En Inglaterra los ajos al natural se venden, bajo receta, en las farmacias
(2) Véase "TROFOLOGIA PRACTICA Y TROFOTERAPIA, del mismo autor, y muy especial: "Curso de enfermedades nerviosas y mentales".
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to de la sangre, se cura en personas jóvenes dándose fricciones de ajo crudo directamente sobre la piel. El alcoholismo puede curarse con régimen de ajo crudo; así como también el tabaquismo o vicio de fumar, y no es nada extraño ya que al hacerse mucho consumo de ajo crudo, se siente repugnancia por el tabaco. El ajo crudo purifica y despierta la sensibilidad trófica de las glándulas y las mucosas, y en este caso se entable una fuerte lucha entre el ácido alílico del ajo y el acre enervante del alcohol del vino y de la áspera y ácida nicotina, contando, naturalmente, con que en el cuerpo quedan aún restos de sensibilidad, es decir, que no esté completamente atrodiado o muerto.
EL AJO CRUDO ES EL GRAN DENTIFRICO Y AMIGO DE LA BOCA DE 'LA VISTA Y DEL CEREBRO
El ajo crudo es el más poderoso de los dentíficos, porque además de quitar el mal gusto, pastosidad y amargor de la boca, destruye los microbios y bacterias qué en ella anidan, tornando más abundante la secreción salival y haciendo que su reacción sea más alcalina. Asimismo, fortifica las glándulas salivares, afina el oído y la vista y despeja el cerebro.
COMO DEBEMOS ADAPTARNOS AL AJO CRUDO
Si pudiéramos tomar una gran cantidad de ajo crudo con la misma facilidad
que la tomamos de ensalada, de lechuga o bien de jugo de naranjas, el problema terapéutico estaría en un plano de solución

favorable al hombre. Pero como el ajo es tan fuerte, debemos estudiar el caso especialmente. Cuando se toman uno o dos dientes, no hay problema, porque se trata de poca cantidad; pero tengamos presente que la influencia y la fuerza terapéutica estarán en relación directa con la cantidad ingerida. Más con todo, para podemos adaptar perfectamente al ajo crudo , debemos agotar la discusión de este problema considerándolo desde los siguientes puntos de vista.
1° Comprensión
Comenzar desde el fondo: inspirar el alma, iluminar la mente; esto es, estar bien convencido de las buenas propiedades trofomedicinales del ajo crudo y de que debemos hacer un esfuerzo de voluntad para prácticar en nosotros mismos',' la cura. Esta es la verdadera cura. Es la regeneración anímica. "El hombre es lo que en sí piensa".
2° Voluntad
Tener entusiasmo para iniciar esa práctica curativa en nosotros mismos. Que la voluntad sea activa y decidida, y no temer a un fruto tan sencillo y tan sano, no temer el prejuicio tan vulgar de que el ajo crudo "deja mal olor de boca". Eso no existe si el estómago está limpio y elabora bien todas las materias.
3° Interés
Tener interés por nuestra íntima salud. Dijo una vez Franklin: "Si los pícaros supieran las ventajas que reporta ser hombre de bien, serían hombres de bien por picardía". Eso es, debemos ser sobrios en caprichos y rectos en la práctica que reporta beneficio a nuestra salud; y nadie puede pensar en beneficio nuestro mejor que nosotros mismos. Más aún: es un Deber que tenemos el de cuidar nuestra propia salud. Es un Deber individual, un Deber de raza, un Deber de humanidad.
4° Sentimiento
No debemos mostrarnos crueles y bárbaros con nuestro propio organismo. Debemos ser más sentimentales, más humanos para con nuestras mismas células. Si no somos compasivos con nosotros mismos, ¿cómo vamos a ser compasivos con los demás? El tirano es tirano en todas partes, tanto en su propia casa como fuera de ella. Es una injusticia permitir que nuestro cuerpo sufra enfermedades crónicas y agudas, y es más injusticia aún sabiendo que existe remedio.
5° Práctica crudívora
Experiencia habla y aconseja. Para irse adaptando al ajo crudo se necesita como hemos dicho antes, comprensión y entusiasmo; luego saber, en la práctica, como hay que comerlo para que resulte lo más agradable posible.
Se comienza a tomarlo en las ensaladas en cada comida, crudo y en ligeras dosis. Después puede tomarse también restregándolo, crudo también, en un pedazo de pan tostado. Más tarde se desmenuzan uno o dos dientes de ajo, se disuelven en un vaso de agua, se adicionan unas gotas de zumo de limón y se bebe. Y así, siguiendo una espiral, se ensanchará cada vez más el margen de admisión; se aumentará cada vez más la dosis de ajo crudo, tomándolo en las más variadas formas, llegando de esta forma al final de la cura con una dosis general de una o dos cabezas al día. Y así viene la adaptación. La cura durará aun mes.
Ese olor tan fuerte que deja en la boca de muchas personas (porque en otras apenas se siente), ha de saberse que no es porque el ajo sea difícil de digerir; al contrario, es porque es muy aromático y deja impregnados, de su ácido ahlico, el paladar y el esófago. Eso es muy importante tenerlo en cuenta. Poco a poco, el ajo crudo irá gustanto más, y a medida que va penetrando en la sangre, los grumos cuajados de ésta se disuelven, y así, esta limpieza y purificación, traerá un despejamiento que llamará más hacia sí el gusto y la esencia alilica por la ley de afinidad de materia. El mismo sistema nervioso asimila su parte y facilita al organismo la conjunción físico-psíquica.
HAMBRE
Otra revelación interesante en este sentido, es que conviene hacer un poco de ayuno, es decir, permanecer de 12 a 14 horas sin comer nada, absolutamente nada, antes de comer el ajo. Con mucha hambre el ajo se come mejor,

"Berenjena asada con ajos y tomates es una excelente combinación."
se desea con más vehemencia, y además se digiere y asimila mejor.estando el estómago vacío, y así no se siente olor.
El hambre es una condición especial por la cual debemos hacer pasar nuestro cuerpo, de vez en cuando, para aprovecharnos (en la renovación célular que se efectúa de una forma más profunda, durante la dieta), de la reintegración de los materiales del ajo que realiza en silencio la renovación orgánica. Y cuando ya haya más substancia de ajo en nuestro cuerpo, estas mismas substancias atraerán aquéllas. El deseo de alimentos sanos y puros es entonces más ardiente y apetecible.
Al cabo de un cierto tiempo se pueden hacer más prolongados ayunos, que oscilen entre 24 a 48 horas. También puede prácticarse el ayuno solo por las noches, o bien por las mañanas, no tomando nada más, hasta el mediodía, que ajo y agua.



"PLEGARIA AL AJO"

¡Padre AJO que estás bajo tierra, óyeme!
Padre AJO: ¡Surge a la superficie de la tierra bien saturado de ácido aplico, indispensable para sazonar las ensaladas que tanto convienen a los gotosos y. para desinfectar nuestras viandas!
Padre AJO: ¡Unido al limón, penetra en la garganta de los hombres y desinflama sus amígdalas purulentas!
Padre AJO: ¡No te demores en penetrar en el estómago de los hombres y cicatriza sus úlceras!
Padre AJO: ¡Depura con tua acres aromas la boca de los viejos y sana sus encías llagadas y purulentas! , ¡mata las lombrices intestinales de los niños!, ¡disuelve la viscosidad de la sangre de los escleróticos y de los obesos!
Padre AJO: ¡Pide al gran Padre SOL que te dé todo el Igneo Poder necesario para destruir los prejuicios que en sus mentes tienen contra tí todos los hombres!, ¡acrecienta tu maravilloso macilago con toda la Fuerza Medicinal necesaria para depurar la sangre de los anémicos y leucémicos!, ¡infiltrate en los tejidos de los poliomielíticos para reforzar sus tendones y para que puedan así camina a pleno sol!, ¡refuerza su adrenalina!
Padre AJO: ¡Regenera todos los hígados biliosos y lleva la PAZ al mundo de los hombres!, ¡equilibra la tensión sanguínea de los "proteinófilos"!, ¡densifica las glándulas de aquellos que, por carecer de tu precioso yodo, están atacados de bocio!
Padre AJO: ¡Penetra en la sangre de los reumáticos, hipertensos, diabéticos, y colesterosos, oxida su ácido tífico y destruye el colesterol que los martiriza!
Padre AJO: ¡Tu aroma perfuma,- tu emanación entona, tus efluvios fulminan miasmas y neutraliza infartos miocardio de las cardíacos.
Padre AJO: ¡Acude con tu mágico poder a las piernas varicosas de las mujeres y haz que las tengan sanas y fuertes disolviendo su "barro" interior y dando vía libre a sus linfas vitales!
Padre AJO: ¡No permitas que te conviertan en mayonesa o en guisotes de hoteles, pues tu cocción es tu muerte y entonces ya no sirves para nada!, ¡crudo y vivo sí que eres TU!, ¡cuando estás crudo saneas las cocinas porque está henchido del Fuego de la Madre Tierra!, ¡solo cuando estas crudo eres la Verdad Curativa!
¡TOMA DE AJO CRUDO CADA DIA!: ¡Ven a nos y sanea las naciones!
¡Sembrador!: ¡Yo te pido con toda la fuerza de mi corazon que nunca te olvides de sembrar AJOS!, ¡piensa en lo inmensamente agradecidos que de- beran quedar siempre los hombres por ese precioso don que para su salud ha de nacer todos los años de la tierra fecunda de tu huerta!
Y... al amparo de esta LUZ ¡ojala todos lleguemos a tiempo!

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